Sosteniendo la mirada de su sorprendida víctima , el joven esbozó una macabra sonrisa.
- ¿Por...por qué? - susurró ella , asfixiada entre borbotones de su propia sangre.
- Escogiste mal. Es tu falta de humanidad lo que ha acabado con tu vida. - respondió él , acercando su rostro para que su presa lo viese con claridad.
- No puede ser...tú...tú eres...-
Aquellas fueron sus últimas palabras.
Sin prestar más atención a la ahora fenecida mujer , limpió la sangre que aún goteaba de su daga.
- Una menos. Quedan dos. -
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Es curioso. A veces la vida imita al arte , y viceversa.
~ Exor
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