Toda mi existencia no he sido más que una tenue ilusión, un rutilante espejismo que amenaza con desvanecerse si lo miras.
Lánguida y marchita, sin otro sustento que las escasas migajas emocionales que me brindaban los que conmigo convivían, retazos de vidas felices y plenas.
Como un singular destello que pasa desapercibido por estar rodeado de brillo y opulencia por doquier, una gota en un mar de banalidad.
¿Quién soy?
No lo sé. Pero estoy segura de qué quiero ser.
* Yousha
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